Impetuoso y fuerte; aventurero e intrépido el río Lozoya en su largo camino hacia los brazos maternos de esa mar azul que inspirara a Dickinson. Un soplo de frescura para el espíritu. Un abrazo
Hola Juancar, sabes, con todo lo que me gustan los lujos, lo bueno, como creo que a la mayoría, no hay momentos más mágicos que los que me brinda la naturaleza: soy feliz paseando por el monte, disfrutando del cantar de los pájaros, tirándome en un valle, a la sombra de un árbol a ver pasar el tiempo, dibujando imágenes con las nubes, escuchando el río, la corriente, la fuerza del agua ¡Agua, fuente de vida! Me quedo nubilada ¡Me hipnotiza! El mar, las olas, el infinito de su figura, esa línea donde se pierde la mirada en el horizonte. Fíjate que el sábado hacía 0º, pues estuve mirando el fío, viéndolo como se renovaba, no sé el tiempo, pierdo la noción... Besos.
2 comentarios:
Impetuoso y fuerte; aventurero e intrépido el río Lozoya en su largo camino hacia los brazos maternos de esa mar azul que inspirara a Dickinson. Un soplo de frescura para el espíritu. Un abrazo
Hola Juancar, sabes, con todo lo que me gustan los lujos, lo bueno, como creo que a la mayoría, no hay momentos más mágicos que los que me brinda la naturaleza: soy feliz paseando por el monte, disfrutando del cantar de los pájaros, tirándome en un valle, a la sombra de un árbol a ver pasar el tiempo, dibujando imágenes con las nubes, escuchando el río, la corriente, la fuerza del agua ¡Agua, fuente de vida! Me quedo nubilada ¡Me hipnotiza! El mar, las olas, el infinito de su figura, esa línea donde se pierde la mirada en el horizonte. Fíjate que el sábado hacía 0º, pues estuve mirando el fío, viéndolo como se renovaba, no sé el tiempo, pierdo la noción... Besos.
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