¡Me gusta el invierno! Es mi estación favorita, la más íntima, me trae recuerdos dulces. Esos días fríos y lluviosos de mi niñez, donde nos reuníamos por la tarde unos cuantos amiguitos en torno a un tablero del Juego de la Oca, estratégicamente situado ¡En medio de una redonda mesa camilla! Con un falda de color sufrido, que aguantase la envestidas del “criamen”, gruesa, tupida… Y en medio ese codiciado brasero, que a veces nos producían “cabrillas” en las piernas. Mucha gana había que haber para ir al baño, cualquiera se alejaba de tan cálido lugar, en ese sitio entendí cual era el sentido literal de la frase “calor de hogar”, no eran tiempos de calefacción central ni variantes.
Hace un par de domingos hubo un programa en TV2, no me acuerdo como se llamaba, planteaba el origen del "Juego de la Oca" y su relación con el Camino de Santiago, mostrando y haciendo referencia de varios sitios del camino ¡Alucinante! Tal y como desarrollaban el documental más me enganchaba, como siempre me ha enganchado jugar a la Oca ¡Mi memoria infantil mezclada con un mapa críptico!
Hay varias corrientes del origen del juego, la Oca es un animal simbólico en casi todas las culturas antiguas:
En Egipto, la frase “de oca a oca” la utilizaban para expresar el transito desde la muerte al nuevo nacimiento, se han encontrado pinturas de las que del pecho de algún faraón salen estos animales. Hace poco en las excavaciones de Luxer un grupo de arqueólogos han descubierto un extraño juego de mesa junto a la tumba de dos nobles de unos 3500 años, tiene alguna similitud con el juego de la oca, el hallazgo formaba parte de un ajuar funerario y tenía varias piezas de marfil, el juego al parecer se llamaba “Sente”.
En Grecia, a la oca se la consideraba un buen vigilante, el mejor soldado, representaba para los helenos la exteriorización de la fuerza espiritual, con la que dotaban los dioses a los seres humanos para poder enfrentarse con la vida. Algunos remontan el origen del juego al asedio de Troya.
En Roma, era el animal que protegía las casas, pues alborotaba en exceso con la presencia de algún extraño, considerado sagrado y benéfico.
Para los Celtas, la oca tenía un significado muy especial, mágico, el mensajero de otro mundo, con sus plumas hacían amuletos contra los espíritus impuros. Los druidas veían en la oca un símbolo metafórico del camino de la perfección que toda persona debía seguir para alcanzar el paraíso.
La oca es ¡Mágica!
A principios del siglo XX se descubrió en las ruinas de un palacio de Creta “El Disco de Phaistos”, un disco de arcilla que data del año 2000 a.c., en ambas caras hay dibujadas sendas espirales divididas en 30 ó 31 casillas, donde se aprecian 8 pájaros que bien podían ser ocas, lo más antiguo y parecido al juego ¿Puede ser el origen?
Disco de Phaistos
Y esta bruja, amante de leyendas, misterios, tesoros, y todo tipo de fantasía, al oír que el juego de la oca es un mapa cifrado del Camino de Santiago, que los Templarios trajeron de oriente y lo desarrollaron, más que crédula es que ¡Me encanta! A cotillear y buscar cositas, que el temita mola.
Curiosamente, los Caballeros de la Orden del Temple, tenían prohibido jugar a cartas o dados, en los ratos libres en las cruzadas solían jugar con la “Concha Nautilus”, esta concha está dividida en 63 segmentos, las mismas casillas que tiene el juego de la oca.
Los Templarios eran guerreros y guardianes de lugares santos como Jerusalén, protegían las sendas que conducían a los mismos y a los caminantes dándoles cobijo. Esta labor de custodia se extendió al Camino de Santiago, ocupado parcialmente por musulmanes. Hay investigaciones que apuntan a que diseñaron el juego con el objetivo de anunciar a los peregrinos los peligros del camino o los lugares de especial significación ¿Juego o Salvoconducto?
Un jeroglífico donde los símbolos eran conocidos por los iniciados en la orden, indistintamente del idioma que hablasen. Los Templarios compartían los mensajes ocultos con los maestros constructores, que realizaban sus obras dejando símbolos que luego los reconocerían y marcaban las ubicaciones en el juego de la oca. Una gran idea, en un juego resuelto varios objetivos: cartel, idioma, mapa, guía…
En muchos lugares del camino, hay restos de símbolos: las marcas de cantero, que se tallaban por ellos y sus ayudantes en la piedra ¿Significaba algo más? ¡Seguro que sí!
Una de las marcas que más se reconocen a lo largo del camino de Santiago es el caracol (parecido a la casilla 42 “el laberinto”) y la pata de oca, símbolos de los más utilizados por los canteros templarios.
La pata estilizada y hacia arriba, el tridente de Poseidón, se cree que el origen de “la flor de lis” es este tridente adaptado por los reyes franceses en su heráldica.
También se ve hacia abajo, como en nuestros días el signo de la paz.
Pero a mí gusto este símbolo alcanza su mayor esplendor en la Iglesia del Crucifijo en Puente de la Reina (Navarra) se puede admirar un crucifijo extraordinario por la forma insólita que adopta la cruz, forma de ¡Pata de Oca! El Cristo está manos arriba, no sé si bailando o es que le atracan, jjjj, en serio, su origen es incierto, como no, hay alguna alegoría alrededor de él, de finales del siglo XIII, gótico ¡Un Cristo templario único!
Una guía del camino de 63 cuadrículas, que no sólo indica el recorrido de ida, también el de vuelta. Alguna de sus casillas se identifica con sitios exactos del camino, como en sitios exactos, está presente el juego, por ejemplo en Logroño en la iglesia de Santiago, en la plaza hay un juego de la oca.
Plaza Iglesia de Santiago (Logroño)
Las ocas representan lugares seguros donde refugiarse, mientras que el pozo, el laberinto, la muerte, representaban lo contrario. La casilla 52 la Cárcel la sitúan en León, en el actual parador de San Marcos. La casilla número 58, una calavera, representa la muerte y el temple fue acusado de venerar a Baphomet , que significa cabeza 58. La casilla 6, el puente, a Puente de la Reina, tierra favorable.
Hay suposiciones que las casillas con la oca tienen una estructura numérica: dos impares y dos pares, 5, 9, 14, 18, 23, 27…, aunque se rompe si tenemos en cuenta que la nº 1 es oca.
Y mil y una fábula alrededor de un juego de niños ¡Y no tan niños!
El 1º juego que hubo en España, fue regalo de Francisco de Médicis a el rey Felipe II, según esto su origen sería la Florencia del siglo XVI. Lo que está claro es que la afición se extendió por toda Europa e Inglaterra lo patentó, inscribiéndolo en Londres el 16 de junio de 1597 con el nombre: “el nuevo y divertido juego de la Oca” y acabo por convertirse en una meditación de la vida, en sus tableros se han llegado a ilustrar temas como intrigas políticas, viajes, la I guerra mundial, historias de camas famosas… hasta la revolución francesa.
Juego del cosaco 1812 (versión antinapoleónica del Juego la Oca)
Y eso es todo amigos! Me iba a reprimir, pero ahora mismo es lo que me ha venido a la cabeza, espero no desagradar a nadie, jjjjj, mucho mejor como siempre ¡Espero que os guste!
12 comentarios:
El primer juego "con normas" que me enseñaron de pequeña y por tanto, con el que me inicié a hacer trampas... si es que no tenemos remedio!!!
Creo que es el rey de los juegos de mesa o al menos, el más entrañable.
Muy currada la entrada Kalma. Besote
***
Joder,aqui de los templarios no se salva ni el apuntador jajajaja.
Por cierto bruja,¿has leido algo acerca del manuscrito Voynich? creo que tiene que ver bastante con la orden de los templarios,con los Cataros mas concretamente.A mi me ha resultado tremendamente enigmatico e interesante.Agur bruja,muy buen documento que te has currado,si es que cuanta ignorancia me embarga jajajajaja.
Perdon bruja,creo que he juntado churras con merinas,aunque quizas tengan que ver unos con otros,los Cataros no tienen nada que ver con la orden del temple ¿o si?...aclaramelo un poco asi de paso me documento con tu riqueza mental en el tema jejeje.
Hola, bruja. Me has dejado pasmado con esta entrada. Muy bien expuesta, desde luego, y observo que también viste el reportaje de la 2. Me pareció bastante interesante en conjunto, pero en fin, como en todo, se presta a interpretaciones. Yo resaltaría la parte humana del Camino (de oca a oca y tiro porque me toca y mientras recorro las casillas, aprendo algo que no es poco); es cierto que al Cristo de la Iglesia del Crucifijo de Puente la Reina le atribuyeron un origen templario, aunque no sé, tengo mis dudas. Ahora bien, es extraordinario y digamos que único en su género.No dejó de sorprenderme, lo admito, la supuesta relación entre el juego de la oca y el famoso disco de Faistos.
Puede que no venga a cuento, pero espero que, si el pertinaz anónimo vuelve a visitar este blog no encuentre nada que ofenda a su susceptible moralidad y de paso, si algo le gusta, pues que al menos tenga el valor de manifestarlo. De cualquier manera, una brillante entrada, bruja. Un abrazo
Hola chic@s!
Baruk, muchas gracias guapa, si llegas a jugar conmigo y es que tenía "muy buena suerte" y nunca caía ni en la muerte, ni el pozo... jijiji.
Txantxangorri, el manuscrito de Voynich! ¿Qué pone? el alfabeto en que está escrito ¡Qué pasada! Indescifrable, que se quería ocultar con una lengua no escrita, criptica... a día de hoy, todavía están en ello.
Los Cátaros, ummmmmmmm! Creo que la última semana de junio nos vamos a dar una vuelta por la Carcasona y el territorio Cátaro, creo que eran ordenes religiosas independientes, los Cátaros aparecieron en Francia más tarde, aunque si tienen mucho en común, incluso diría que algo que ver, la cruz de pate y la cátara, tienen la misma forma, y ambos grupos religiosos fueron condenados por herejes a la hoguera. Mi requeza mental es más bien escasa, jjj ¡Ya he fumao, otia! jejeje! ¡Tú si que vales!
Juan Carlos, el documental fue muy bueno, es verdad que se centraba más en el espíritu, en la humanidad del camino e incluso cuando sacaban a relucir los Templarios, hablaban desde su faceta humana, de proteguer y dar cobijo. Ahora, en el momento que ví lo del supuesto mapa, con la de veces que he jugado con él...
Las relaciones que hacía con las marcas y las casillas... Y el disco de Phaistos, más que creermelo es que ¡Me encanta la idea! Ya me conoces, me presto a la fantasía. Lo del anónimo ¡Esperemos! Que sea como dices, claro.
Besotes a los 3.
Me ha encantado!!!! Me la voy a volver a leer!! Mil besos, linda.
Iconos ¡Me gusta que te guste! Oye, he visto a un anónimo en tu blog, jejeje, que curioso. Besotes.
Ha paseado un anónimo por Perversión Pop-Románica (el título atrae...) pero no tiene el nivelón del tuyo. Al menos de momento. Besos.
No hables de niveles, a ver si se va a nivelar otra vez...
De oca a oca, siempre nos toca el lunes de trabajo.jejeje. El invierno tiene algo de romantico, es como si echaran una cortina de sombra al cielo, para que podamos besarnos.
Mi recuerdo infantil, son también las canicas y los yoyos.
Un Beso
Trabajada entrada,enhorabuena.
La foto del tablero que la encabeza,por casualidades de la vida,reproduce con elevada exactitud,el tablero que vi en mi casa de niño.
Que se arrastro muchos años,y ahora al volver a verlo,ha despertado en mí recuerdos muy antiguos.
Y estoy haciendo una reflexión sobre cúales son las casillas que más centraron mi atención en aquella época;en la que casi lo consideraba un "juego sagrado",por su elevado simbolismo.
Siento decir que la casilla que más me marcó,fue la de la muerte,pero es así.Era un niño,y aquella casilla totalmente negra,con la calavera destacada,me llamaba y me repelía a la vez...
Deseaba evitarla,y era imposible,pues me acompañaba durante todo el juego...Metáfora de la vida,que quiere evitar a toda costa lo inevitable.Algo que forma parte del juego,como las ocas(de la fortuna),el borracho(de lo que sea),la cárcel(de los sentimientos),el laberinto(de las pasiones),el pozo(de los deseos)...
C'est la vie...(Se la vi).
Un abrazo...
Hola Riviere! Cuando me puse a buscar fotos para la entrada y vi ese Juego de la Oca ¡Es el nuestro! El de nuestra generación. Ahora, a mí me pasaba lo que Baruk ¡Nunca caía en la muerte, ni en el pozo...! Sólo los tenía presentes en el tablero, para cabilar la "maña" de no caer nunca, jajaja, tramposilla que es una. Un beso.
Publicar un comentario