Cuando he salido a currar me he encontrado con mi luna lunera plena, pero tan plena, que casi se podía tocar, brillaba naranja anticipándose a la mañana. Y como tantas veces he pensado en que esta luna, es tú luna, que aunque no queramos, compartimos el mismo cielo ¿Te ha hecho un guiño? ¿Has visto su sonrisa pícara? Lo que si es seguro es que los dos la hemos mirado.
Y no voy a seguir con el día porque telita, aunque me ha cundido, al menos... Y lo del libro de historias de cercanías me lo estoy planteando más que nunca, too los días ¡Bacalao! Jaja, nunca mejor dicho.
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