Siempre digo que nos persigue la fiesta, aunque a decir verdad y tratándose de ir a comer un asado el 15 agosto, que no es que no me guste el cocido, sino que casi acabamos en el pilón de forma voluntaria ¡Qué calor! Mi madre, andaluza de pro, a este día le llama el de las 1000 vírgenes y una se pregunta ¿Quedan o hay tantas? Pues en CHINCHÓN ¡La Virgen de Gracia y San Roque! Y aquí traigo los colores de las PEÑAS, jaja, que marchote llevaban, iban alrededor de los numerosos asadores de la Plaza Mayor a beber vino en todos y cada uno de ellos ¡
martes, 16 de agosto de 2011
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2 comentarios:
Es lo que tiene el verano, su despendole, su marcha, su alegría; ese merecido birli-birloque con el que preparamos otras estaciones en las que el alma se envuelve de melancolía y los sueños se cubren de escarcha y nieve. Eso sí, con los calores que están haciendo, hay que echarle valor; aunque todo se puede llevar convenientemente regados. Un abrazo y que no decaiga la fiesta.
Sí es el verano aunque a mí me gusta mucho más el invierno. Como dices, lo llevan bien porque está muy bien humedecidos, jaja y además existe el pilón ¡¡¡Esa gloria de pilón!!! Un beso.
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