
Aunque ya la fecha está justita, esta exposición concluye el próximo 31 de enero, es tan recomendable, que le voy a hacer la entrada. No de honor, porque los honores en este caso se encuentran, la mayor parte, en las paredes del museo “Thyssen-Bornemisza” y otra, en la Fundación Caja Madrid. La verdad es que pensé que tenía su post en el momento que la vi, en diciembre, pero últimamente estoy vaga, voy a aprovechar hoy que estoy pasional.
La temática de la que trata, sobre ese disparatado sentimiento llamado amor y las distintas leyendas creadas en torno a él ¡Tan afín a mí pensamiento “lujurioso”! Tan cerca de otras pasiones opuestas: “el odio” no se puede odiar sin antes haber amado; el “egoísmo”, el sentido de la propiedad, a veces nos da el miedo a la posible perdida de un ser amado ¡Los celos!; sentimientos tan fuertes como encontrados, tan contrarios, el ying-yang de la vida.
Se expone una gran colección de pintura, escultura y fotografía, combinada armónicamente, pudiéndose ver la variante percepción de los artistas en las distintas épocas, desde el renacimiento a nuestros días, de distintos mitos relacionados con que el erotismo es objeto de tabú: tanto en el erotismo como en lo sagrado la prohibición no existe sin trasgresión.
El título procede del último libro del francés Georges Bataille “Les larmes d’Éros” (1961), al autor estaba obsesionado con la relación entre el deseo sexual y el instinto de la muerte ¡Todo un clásico “Eros y Tánatos”!
Tanto en la consumación erótica como en la muerte regresamos al origen del ser ¡Los principios de la vida! Llegó a esta conclusión después de revisar una tradición que utilizaba imágenes de agonía para expresar el climax o imágenes del éxtasis para representar la muerte. Se divide por salas y en cada una un mito a tratar:
Todo empieza con “El nacimiento de Venus”: ¡Viva la mitología! Cronos castró a su padre Urano y lanzó su pene al mar, no se lo tragó el oleaje y flota, mezclándose la espuma del esperma con la espuma del mar, de aquí nace tan soberbia criatura ¡Venus, la belleza! Que cuando anda descalza por la arena, hace que nazcan a sus píes las flores más hermosas y cuyo séquito, son el amor y el deseo. Venus fecundaba al mundo al retorcer sus cabellos ¡Las lágrimas que caen de su melena tienen poder!
Para continuar con “Eva y la serpiente”: Una de las cosas que más me llamó la atención es que en el renacimiento, representaban la serpiente con cabeza de mujer, como diciendo ¡Ay, mujeres pecadoras! Ahora, me encanta, como dice Ojazos ¡La serpiente representa la sabiduría! Desde un principio, el seno de la iglesia cristiana afirma que el sexo es pecado, una perversión, este desprecio sin precedentes por la carne, este apelar a la abstinencia y esta insistencia en la maldad del goce sexual, hizo que creasen un culpable de la tentación y el pecado, el hombre creado a semejanza de Dios ¡Nooooo! La mujer, la mujer la pecadora, jjjj.
Foto de Richard Avedon de Nastassja Kinski
Sigue con otro gran monstruo femenino “El canto de las Sirenas”, estos personajes mitológicos, de atractivos cuerpos híbridos, semifemeninos, capaces de engañar a los hombre y con sus cantos hacerlos enloquecer hasta la muerte.
Gustavo Courbet "Mujer en las olas"
La religión en esta exposición tiene mucho que ver, lo siguiente “la tentación de San Antonio” el colega sería muy santo, pero se imaginaba en volas a toda mujer que se pusiese a la vista, jjjj. El diablo le tentó convertido en bella mujer y pudo resistir, pero entonces cambió de estrategia, ya no buscó en él su deseo carnal, sino excitar en él una curiosidad desenfrenada o hoy en día "el boyeaur". El pobre santo acabó retirándose al desierto, como un eremita a la edad de 20 años.
Continuamos con “San Sebastián” un joven que cuando los romanos descubrieron que era cristiano, le condenaron a morir herido por las flechas de sus propios arqueros. En la Edad Media, se le representaba como un hombre de media edad, barbudo, con toga, pero a partir del siglo XV sus imágenes se rejuvenecieron, dotándolas de bellaza y sexualidad, vamos un torso perfecto, convirtiéndose en un símbolo de los homosexuales.
Guido Reni "San Sebastián"
Cómo veréis ¡Quimeras! Seguimos con “Andrómeda encadenada”, la sumisión de la bella Andrómeda, Perseo le gritó desde el aire antes de “liberarla” “no son esas las cadenas que deberías llevar, sino las que unen a los amantes ardientes”, resumiendo ¡Toda su puta vida "encadenada"!
Para seguir la cadena con “El beso”, como la unión, el beso de los vampiros, un tema muy destacado en la literatura del siglo XIX y “Tránsitos” con el agua como símbolo de purificación.
De aquí cambiamos de edificio, hacia la plaza de las Descalzas Reales, continúa en la Fundación Caja de Madrid, empezando por “Apolo y Jacinto” y para mí que los dioses eran bisexuales, jjjj. El bello Jacinto, del que Apolo vivía enamorado, el Dios mata involuntariamente a su amado al lanzarle un disco con el que estaba jugando ¡La culpa!
Giambattista Tiepolo "La muerte de Jacinto"
Y seguimos con las artimañas de Selene “Endimión dormido”, una noche la luna le observó durmiendo, quedando prendada de él, necesito bajar a darle un beso, y ya no volvió a despertar, conservándose siempre joven. Así la luna, cada noche podía bajar a adorarlo, sin conciencia ¡Dormido o Soñando!
Más, "Cleopatra y Ofelia" ¡El amor y la muerte!
Una de las partes que más me gustó “La Magdalena penitente” La prostituta arrepentida, que se retiró a la montaña, para orar en soledad sobre sus pecados de castidad ¡La penitencia!
Jules-Joseph Lefebvre "La Magdalena en una gruta"
Y la última sala “Cazadores de cabezas” ¡Los fetiches! Aunque pensándolo, mucho mejor un tanga, jjjj, incluyendo óleos relacionados con “David y Goliat”, “Salomé y Sansón” y “Judit y Holofernes”.
Una exposición realmente interesante y dada la fecha me queda decir 3, 2, 1 y fin.